Hola a todos:
Quiero compartirles la maravillosa experiencia que tuvimos, mi madre y yo, el día de ayer durante tres muy divertidas horas.
Todo empezó cuándo mirábamos el Twitcam de @ConsueloDuval, de pronto mi madre (que ya ayer establecimos que es una Nehandertal de la tecnología cuyo cerebro en lugar de memoria RAM tiene un hamster epiléptico que controla desde su desvencijada rueda de ejercicios a la garra [cómo de máquina de peluches] que se encarga de armar en su mente las cosas que va a decir) me preguntó que cómo se hacía eso...
Después de varios intentos logré finalmente mostrarle la manera y empezamos a transmitir, cómo idiotas, sólo para nosotros, hasta que, de pronto, @ximenacardoso (instaurada ya cómo nuestra primera Twittervidente [gracias a @christopher_arr por el término]) dio señales de vida y comenzó la interacción: Al principio eramos sólo nosotros tres, con mi madre y conmigo frente a la cámara, probando el Twitcam, pero poco a poco se nos fueron uniendo varios Twittervidentes más y lo que era en principio una prueba casi casi de cámaras se transformó en Reality Show familiar; mi madre me había comprado unos chocolates con relleno líquido de menta y quería uno. Yo se lo negué ante los pocos espectadores con los que contábamos en esos primeros minutos y luego reformulé diciendo que si llegábamos a 10 viewers (aún no aparecía el término Twittervidente), se lo daría.
Y llegamos, alcanzamos la cifra y la superamos; desde el momento en que instauré el reto, la cantidad de gente mirando nuestras tonteras aumentó y disminuyó en una fluctuación que nos ponía a todos de nervios. Cantamos, nos reímos, conté mis chistes malos, les platiqué las tonteras de la memoria de María León (mi madre), hablamos de sanación, de teatro, de voces, de locución, de edades, formamos el club virtual de las mamás nacidas en los mid sixties que tienen risa de pulgoso, hablamos de edades y bueno... nos divertimos.
De pronto, aún no habíamos alcanzado los 10 Twittervidentes, anunciamos que nos iríamos, alguien mencionó que no, que si se podía que íbamos a llegar. A cinco minutos de haber dicho esto la cifra de viewers del twitcam estaba justamente en 11, y ya que los número 1 éramos noostros, habíamos alcanzado la meta y mi mamá tuvo, después de dos horas y cacho, su chocolate.
Una hora más duró el evento, durante ese tiempo llegamos a tener casi 20 Twittervidentes (o aman el término) y bueno, oco a poco fuimos preparando la despedida de esa velada de diversión, risas y anécdotas que tanto nos entretuvo. Nos sentimos felicies al saber que habíamos tenido audiencia desde Venezuela, por ejemplo.
De pronto habían pasado tres horas, habíamos dicho que esto se haría lo más pronto posible, el incipiente programa había sido bautizado por @YostarMP cómo iCasle y habíamos acordado reunirnos de nuevo el 24 de septiembre a las 16:00 hrs, hora de México. Fue una experiencia genial, y estoy seguro que hablo también a nombre de mi madre al agradecer a: @ximenacardoso, @christopher_arr, @YostarMP, @RealAleGarcia, @marianitajaws, @Npvg22, @CaminoReal, @Tibiris, @gaby_RainbOws, @ViriDorado, @Primaverax100pr y @Nailliw25, entre otros muchos que no se identificaron con nosotros, por habernos acompañado. Para los que no estuvieron desde el principio y por si quieren saber cómo empezó todo, acá les dejo el link a la grabación: http://twitcam.livestream.com/214he
Y bueno, sólo quería compartir mi emoción con ustedes, y mi agradecimiento... y recordarles que nos acompañen el 24 de Septiembre a las 16:00 hrs. (Hora de México) por la twitcam en lo que será la segunda transmisión de la brillante parodia mexicana de iCarly, iCasle, con @AurelianoCasLe y probablemente, una vez más, su sacro santa madre.
Un Saludo a todos.
Aureliano Castillo León
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