Todo el contenido (literario y fotográfico) es original y propio del autor, en caso contrario se indicará la fuente.

Ventana solitaria

Este es un video que edité yo para un festival en Xalapa...
Saludos


Estos son los trailers de Josephine...
Pronto tendremos más...
Sonrían... Estaré poniendo acá lo que pueda de mi trabajo.

Este de acá esun corto Dirigido por Elisa Rodríguez Malo, en el que yo hice la fotografía y el diseño de animación...

El Candado, último cortometraje que dirigí a principios del 2008.


Aureliano

Aureliano
Siguiendo las...

Instrucciones para Llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Julio Cortazar
"Historias de Cronopios y de Famas"

jueves, 10 de abril de 2008

Crónicas de Anna

(Foto pública) 1

03/Mayo/08 19:30 hrs.

Desde dónde está, Anna puede verse en el espejo. La tina no es de hecho muy alta; el agua le llega sobre las orejas y aún así puede verse al espejo. El vapor del agua sube junto a su cara hasta el techo, dónde puede observarse una delgada capa de agua esperando caer en forma de gotitas; maldita lluvia. Anna llegó empapada a casa y, encima, mamá no esta; "Te dejé comida en el refri... Te amo, felices 16, corazón. Te veo en la noche"
* * *
Esa mañana, Kynni, sentado hasta atrás, cómo siempre, le había sonreído cuando volteó a ver a Lucy en medio de la clase de Aritmética. Era extraño que Kynni le gustara; siempre oscuro y misterioso. Daba miedo. Él, por supuesto, no sabía que le gustaba, ella no le había dicho a nadie.
* * *
Anna gira dentro de la tina para quedar de frente al espejo, que comienza a empañarse. K-Y-N-N-I, marca con los dedos y vuelve a acostarse viendo el techo. Le había sonreído, y más...
* * *
Todos los alumnos fueron llamados al auditorio de la prepa, el director tenía algo que decir.
Al entrar el rubor invadió su cara, había un lugar libre... a la izquierda de Kynni, que miraba al frente. Se sentó, las manos le temblaban.
El director acababa de comenzar cuando la piel de Anna se erizó; una mano cálida, segura y dispuesta se posaba sobre su rodilla derecha, bajando suavemente por la cara interior del muslo. Estaba paralizada, intentaba controlar su respiración. Las puntas de los dedos de Kynni, bajo la falda, describían pequeños círculos mientras se acercaban con lentitud a la ingle. Anna podía sentir el roce entre el algodón de su top y sus pezones endurecidos. Al llegar a la línea de la ingle la mano se detuvo mientras que los dedos siguieron acariciándola suavemente. La humedad en su calzón provocó que este se le pegara a la piel. "Felicidades" el aliento cálido de Kynni le acariciaba el oído.
Nerviosa y emocionada, Anna salió de la escuela para toparse con la lluvia camino a casa. Al llegar sólo encontró una nota de su madre.

* * *
Anna arquea el cuello llevando atrás la cabeza mientras su mano izquierda delinea círculos en la cima de su seno y la izquierda baja hasta la entrepierna. El agua se agita y comienza a desbordar por las orillas, sus piernas se doblan y estiran espasmodicamente. Su mano izquierda comienza a apretar su seno con más fuerza cada vez. Su respiración se vuelve entrecortada y su cuerpo se agita al ritmo de su mano derecha, cada vez más rápido.
Un pequeño gemido escapa de su boca y se destensa por completo, sonríe y sumerge la cara en el agua tibia.
Tapo el agujero... ya la veremos más tarde.

2

3/Mayo/08 20:00 hrs.

Intentando no hacer ruido quito el tapón de corcho de la pared. Anna aún no ha entrado a su cuarto. La cama, matrimonial, está tendida con el juego azul cielo. Es definitivamente el que más me gusta. Sobre la almohada, Pico y Poppo, el perico y el hipopótamo de peluche, ni se inmutan al abrirse la puerta. Es Anna, está secándose el cabello. Lo único que parece traer puesto es el ligero camisón azul marino que usa para dormir.
* * *
La mañana siguiente, 4 de mayo, Anna se levantará, se bañará, vestirá a prisa y apenas desayunará. Caminará dos cuadras hasta la esquina en que su papá va recogerla. Las mariposas en su estómago no la dejarán en paz durante todo el viaje; apenas escuchará las palabras de su padre.
"Bueno, Anna, te veo mañana. Anna, no te vas a bajar? Ya llegamos" Ella sacudirá su cabeza, volteará, le dará un beso y saldrá corriendo sin cerrar la puerta.
Escuchará el portazo al alejarse del auto, en ese momento todo será increíblemente lento, tanto que sentirá cada electrón del aire rozar su cara. Subir los escalones de la entrada le costará gran trabajo. Los demás chicos voltearán a verla y sentirá que tardan una eternidad en dirigir a ella sus miradas.
Al cruzar el umbral la chicharra le sacudirá de encima la pesadez y las mariposas. Al salón...
* * *
Anna se acerca a la ventana y mira las luces de las afueras de la ciudad apagarse, a lo lejos puede verse el valle de los siete reyes iluminado por la luna llena.
La brisa nocturna hace volar su cabello. Respira hondo dos o tres veces y se quita el camisón. La tenue luz nocturna que entra por la ventana revela sus apenas delineadas curvas. Tersas y firmes ondulaciones.
Apartando a los muñecos Anna se acuesta mirando al techo. Desde aquí tengo una excelente vista de su entrepierna, joven y poblada.
* * *
Será extraño pero no le parecerá haberlo visto al entrar al salón. Se sentará, hasta adelante, cómo siempre, ¿no habrá venido?
La clase será un martirio, las matemáticas, que siempre le han sido fieles, abandonarán su cabeza y la dejarán pensando sólo en él.
Al salir, con tarea extra por distraída, decidirá ir al baño a refrescarse. Si no ha ido será mejor que intente prestar atención a la siguiente clase.
* * *
Anna pasa las manos por su cara, cierra los ojos y traza círculos en sus mejillas con las puntas de sus dedos. Lentamente recorre todo su cuerpo, acariciándose con suavidad. Sintiendo su propia piel.
* * *
Al entrar al bañó se dirigirá a los lavabos. "Que lindo que en esta escuela siempre estén limpios". Abrirá la llave y el sonido del agua no le permitirá distinguir el cerrojo de la puerta siendo echado.
Agachara la cabeza para mojarse la cara y al levantarla lo verá, detrás de ella. Sentirá su aliento, tibio, en su nuca y la piel volverá a enchinársele.
Las manos seguras le tomarán ambos muslos y subirán buscando entre sus piernas. "Así que ahora no te pusiste, eh?". Una de las manos saldrá de bajo su falda, Anna se agarrará de ambas llaves del agua. Mientras, la mano se dirigirá a la boca de Anna, que se abrirá para humedecer los dedos índice y medio, luego entrará por el cuello de su camisa y con los dedos húmedos frotará su pezón izquierdo mientras la otra mano seguirá paseando por su pubis.
"Te veo esta noche" escuchará Anna en su oído.
* * *
Ahora Anna está dormida. Antes de acostarse volvió a ponerse el camisón. Su respiración es tranquila. Sus ojos cerrados dan la expresión de que es un ángel quien duerme.
Tapo el agujero. Mañana será otro día.

3

4/Mayo/08 22:00 hrs.

Anna ha llegado temprano, supuse que lo haría. No comió, se le notaba muy nerviosa. Hoy será el último día que la observe. Leyó en la sala después de hacer la tarea y al anochecer subió cómo bólido a su habitación, cambió las sábanas, se desnudó y se acostó

* * *

Al salir del baño a Anna le tiembla todo. Entra a la siguiente clase y toma la menor cantidad de apuntes posible. El tiempo se le pasa de lo más lento.

Al sonar la chicharra sale corriendo, sin prestar atención a las tentativas de planes de sus amigas. Verá a Kinny, si que lo verá.

Llega a casa, extraño, pero mamá está ahí.

No come, no puede, la comida no le pasa por la garganta. En ningún momento percibe la presencia que la observa desde pequeños agujeros en las paredes.

Maldita Aritmética, de no haber sido por eso Kinny nuca le hubiera sonreído. Bueno, quizá no fuera tan mala.

Después de la tarea un libro es bueno para los nervios; lee a Agatha Christie. Algo sobre una isla, asesinatos, no entiende bien, no piensa en el libro.

Poco a poco la tarde oscurece y la noche aparece para aumentar sus nervios; aún así, al desnudarse, siente que la tensión escapa y logra quedarse dormida. "Mañana todo será diferente".

Unas horas más tarde una sombra se mueve por entre los arbustos del jardín sin ser notada. Algo choca contra la ventana de Anna y poco después Kinny entra por ella y se dirige a la cama.

La piel del chico se enchina al sentir el aire cuando se quita la playera, sus jóvenes músculos se contraen haciéndole parecer más delgado.

Desabrocha su pantalón y antes de dejarlo caer saca el empaque metálico de una de las bolsas traseras, lo pone sobre el buró.

Termina de desnudarse y arranca las sábanas del cuerpo de Anna. Ella despierta, no abre los ojos. Él se acuesta junto a ella, siente la sangre bombear por su cuerpo. Su mano, siempre firme, recorre el costado de ella. Aplicando un poco de fuerza Kinny se pega a su espalda. Con una mano acaricia el cabello de Anna mientras la otra juega en su entrepierna.

Lentamente Anna voltea la cabeza y sin abrir los ojos busca la boca de su compañero. Él le ayuda a encontrarla. Sus lenguas se encuentran solas...

Él siente su estrechez, ella aprieta los ojos, él la abraza.

Ella se sienta sobre él.

Con el pulgar y el índice él aprieta y frota sus pezones.

Ella se agarra del borde de la cabecera de su cama.

Ambos gimen.

Ella abre los ojos, sonríen.

Apoya sus manos en el colchón, sobre los hombros de ella, se miran a los ojos, el embiste, más rápido, más fuerte.

Se abrazan, se duermen.

Ahora lo que está sobre el buró es un paquete cuadrado, metálico, abierto.

Alguien, tiempo después, derriba la casa y descubre un cuarto antes desconocido, en el hueco entre la escalera y el techo de la planta baja. Dentro un cuaderno amarillento...

* * *

Ahora duerme, pasan ya de las diez de la noche. Casi es hora de que me vaya. No volveré a observarla, no desde aquí. No volverá a estar sola. Hoy estaré con ella.

He escrito todo. Abajo, la escalera está recostada entre los arbustos y no me he olvidado de pasar a la farmacia. No tengo de qué preocuparme, puedo entrar a su cuarto sin problemas. Tapo el agujero en la pared.

Espero que la lectura de mis crónicas de Anna sean de interés alguno un día. Que alguien sea tan feliz cómo yo seré esta noche.

KINNY
Mayo 2008

1 comentario:

F.G. is my name dijo...

uuh, no se que es mejor, si el voyeurismo, la seducción o la tirada, la pones dificl. Bájale a la sexualidad pa que nadie se sienta aludido jaja, JK. Chidos los tiempos y la narrativa, hazle competencia Lewis.

Cool

Lejanía

Lejanía
Tierras aún ausentes, siempre presentes