Todo el contenido (literario y fotográfico) es original y propio del autor, en caso contrario se indicará la fuente.

Ventana solitaria

Este es un video que edité yo para un festival en Xalapa...
Saludos


Estos son los trailers de Josephine...
Pronto tendremos más...
Sonrían... Estaré poniendo acá lo que pueda de mi trabajo.

Este de acá esun corto Dirigido por Elisa Rodríguez Malo, en el que yo hice la fotografía y el diseño de animación...

El Candado, último cortometraje que dirigí a principios del 2008.


Aureliano

Aureliano
Siguiendo las...

Instrucciones para Llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Julio Cortazar
"Historias de Cronopios y de Famas"

jueves, 3 de julio de 2008

Suero de la Verdad

Recuerdo que la primera vez que vi Kill Bill vol.2 pensé en ella. "Cuándo se trata de ti y de mí, Kiddo, pasan dos cosas. Tú eres totalmente incapaz de ser honesta con respecto a mi, y yo soy totalmente incapaz de creer nada de lo que digas" o algo así. El punto es que después le dispara a la pierna un dardo con suero de la verdad para charlar con ella honestamente antes de que lo asesine (Si, ya te he contado gran parte del final, jódete, es tu problema si no la has visto después de tanto tiempo), porque que chiste tendría Kill Bill si después de todo no matara a Bill. Pero pensé, ¿qué manera mejor de morir que esa?; aclarando las dudas que te han carcomido por dentro durante tanto: ¿Me quería, me quiere, pensó en mí, por qué lo hizo, lo que decía era cierto, por que se alejó, me rechazaba, había otras razones, sentía lo que yo? Por lo anterior podrás ver que me sentí identificado con el buen Bill, y digo buen porque por más malo que sea tiene una endemoniada cara de Ángel que solo David Carradine logra. Claro que en mi caso yo no intenté asesinar a nadie provocando su venganza sobre mi... aún. Aún así pienso que es interesante la reflexión sobre el final de la vida que presenta Tarantino; sabes que vas a acabar muerto (digo, todos, pero en este caso saber que te van a matar), haber hecho todo lo posible por evitarlo sin lograr más que la muerte de tus esbirros... Lo menos que puedes hacer es morir tranquilo, en paz. Y qué manera de morir en paz sino aclarando esas malvadas dudas que la gente puede causarnos (así como uno mismo) por aquello de no ser honestos... Y no me refiero a andar divulgando nuestros más oscuros secretos, no... Pero si a hablar de frente, a no decir medias frases con más de un sentido (esto es, formar frases completas dónde la mitad significa una cosa y la otra mitad otra), a ser directos, claros, a no dejar cabida a dudas. Y es que es horrible pensar que no puedes confiar en lo que otro te diga; cuando está claro que es un mentiroso pues se vuelve casi normal, pero cuándo no, cuándo no puedes confiar no por mentiras sino por que no sabes en que sentido están dichas las cosas ni que tendrías que entender con lo que se dice, entonces duele, porque puedes querer mucho a alguien, amarlo inclusive, pero te gustaría ser capaz de entender lo que te dice de modo sencillo. Pero no, pareciera que a los demás y a uno mismo, nos gusta vernos caer unos a otros en errores constantes por falta de comunicación, cualquiera que lo analice un poco puede decir que hasta lo disfrutamos, no crees?
Pues fue por esto que pensé en ella al ver Kill Bill vol. 2, siento que al tratarse de nosotros ha sido siempre incapaz de ser honesta sobre mi y yo soy incapaz de creer en nada de lo que dice (repito, no porque crea que mienta, sino porque sus palabras han tenido tantos significados a la vez que me es difícil optar por alguno concientemente, así que los bloqueo todos). Me encantaría tener un dardo con suero de la verdad, para poder ponerle un hasta aquí a muchas cosas, a lo bueno o a lo malo, como venga, pero que sea honesto. Y vamos, quien quiera que seas, si estás leyendo esto es seguro que es porque sabes que esta situación me ha vuelto tan cobarde que ni el valor para decirlo tengo (aunque creo que ya lo dije... Yupi!!!). Claro que habría que ver si sería yo capaz de dispararlo, de lastimar aunque sea un poco a esa persona corriendo el riesgo de lastimarme también yo al saber por fin la verdad. Y lo digo porque ensayado y en teoría es muy fácil, pero aplicarlo es realmente un pedo, pero de esos que apestan de a madres. Sí tuviera el suero en este momento, no sé si sería capaz de dispararlo... ¿lo serías tú?
Pensándolo bien me doy cuenta que esto del suero y las verdades no es lo único en lo que me siento inmizcuído con la segunda parte de la cuarta película del gran Tarantino (Si, le mato un pollo y ¿qué madres?), no. También está el hecho (más insulso pero cierto) de las iniciales. No fue hasta que supe como se llama la hija (si, tienen una... de nuevo, tu problema por dejar pasar el tiempo sin ver la película) que caí en la cuenta de lo estúpido que había sido, debí adivinarlo antes pero pues a veces uno está tragando camote, pensando en la filosofía china que busca la papaya cósmica o alguna otra chaqueta mental así y pues no se da cuenta de las cosas. Lo que debí haber imaginado desde antes fue que ambos tenían la misma inicial, supongo que nomás no me fijé en eso, hasta que vi a la niña: B.B. es su nombre [Beatrix y Bill]. Aunque supongo que el detalle es tan cursi que mi filtro anticursilerías no lo dejó pasar.
A quien quiero engañar, si soy más cursi que Juan Gabriel cantando canciones de amor en un bar gay.
Hablando de eso (de que soy cursi, no de Juan Gabriel y los bares gays), déjame contarte, Amador [Un saludo al señor Savater, por cierto...] como fue que empezó todo esto.
Estaba yo en mi cama, acabando de despertar cuándo voltee y vi algo que hacía tiempo no veía. En mi buró, escondida entre libros, se encontraba una vieja caja metálica con forma de cilindro achatado que alguna vez debió contener galletas. De golpe vino a mi mente la secundaria. Y es que allí guardo todos los recuerdos materiales que tengo de esa etapa, más que nada cartas ( y en este punto alguien puede enojarse conmigo, para ti lo siguiente: Estoy intentando ser honesto, decir las cosas de manera directa. Espero no represente un problema, no debería, pero si lo representa te aviso, es sólo tu rollo, no quieras culparme por abrir mi realidad, al final sabes que siempre lo he hecho, o intentado.).
Sin pensarlo dos veces abrí la caja. Cual escena de película, el polvo voló en cámara lenta mientras yo redescubría mi antiguo tesoro guardado ahora por algunos años. Algunas de esas cartas las traje tanto tiempo en la bolsa trasera de mis pantalones que hasta están un poco rotas. Entonces, Amador, me dispuse a leerlas.
Recordé sin trabajos porque las guardo; todas son muestras de cariño. Cada vez que las veo es difícil evitar sentir los ojos mojados. La emoción me embarga, Amador, de verdad. Esas cartas son mi suero de la verdad.
A pesar de que mis amigos se cuentan con los dedos (de pies y manos, pero con los dedos aún así) siempre he sido una persona a la que le gusta tener amigos. A pesar de ser asocial en lo que a modos, usos y costumbres se refiere, me considero bastante sociable. Y lo sabes, Amador. Cada vez que alguien entra en mi vida le doy lo que tengo, cariño, afecto, apoyo, risa, felicidad, alegría (incluso sangre cuándo se trata de grabar un corto, ya que el malvado ácido balproíco me dejo impedido para donar) y amistad. Pero más que nada amor.
Y es aquí dónde la gente se va de espaldas, no es así, Amador?
Piensan que al decir uno "amor" lo que ellos tienen que contestar es "si, acepto" y que luego habrá que besar a la novia, quien sabe a cuál, verdad? Pero a una.
Y no es que la perspectiva de besar a la novia sea mala (o no lo sé, aún no descubro las bondades de esa antigua práctica), es sólo que la palabra "amor" va más allá de sólo eso. Es fuerte, si. Tanto que muchas veces aún teniendo novios o novias, cuesta decírselos, no Amador? ¿Cuántas veces has pensado, Amador, que amas a alguien? No sé si tu lleves la cuenta, pero yo si. Y esto se debe a que mi comprensión del amor va más allá de la vida en pareja.
El amor es una energía, antes que nada. Un fluido rosado (te suena a algo Pink Floyd?) que no hace otra cosa si no fluir de un corazón a otro. No, Amador, no te espantes, no me estoy poniendo Holístico, no aún. Lo único que intento es formar una imagen un poco más tangible de lo que para mí significa la palabra amor.
Este vínculo rosa (que gay suena eso, pero pues ya que) puede ser más fuerte o sólo estar presente. Depende de eso, creo yo, el hecho de querer estar con alguien. Y esto no es tajante y cuadrado, nada lo es, ese alguien podría ser una amistad o una pareja. Por tanto debemos perderle el miedo a la palabra y también dejar de ensalsarla tanto. Si, es algo muy especial e importante, si. Pero no por eso cada vez que alguien nos diga "Te amo" o en su defecto "te quiero" vamos a emocionarnos y pensar que lo que sigue es... bueno, creo que queda explicado mi punto; es por esto que hay que ser claros al hablar. A veces oír te amo o te quiero puede tener tantos sentidos que es necesario saber que quieres decir con eso. Porque es tonto esperar que el que te escucha sea adivino y lea tu mente para darse cuenta de lo que intentas dar a entender, no, Amador?
Es así como vuelvo a las cartas (yo te avisé que eran mi suero de la verdad, al hablar de ellas se me brota lo honesto), en todas recibí muestras de cariño. Todas dicen te quiero... una incluso dice te amo (es una lástima que fuera una misiva anónima del día de San Valentino).
Pero hay dos que tienen especial importancia para mi. Tiene como remitente a las dos mujeres que representaron el núcleo de mi vida de secundaria (para ser honestos mi vida en la secundaria giró en torno a las mujeres [no en ese sentido, Amador], la mayor parte de las personas que fueron mi círculo eran mujeres).
En ambas cartas hay un detalle similar que me hace sentir un tanto cuanto orgulloso. En ambas queda expresado que fui la primera persona en mostrarles mis sentimientos del modo que lo hice a quienes las escribieron.
Es lo que te decía, Amador. Yo solía intentar ser claro con mis palabras y emociones, ahora dudo en serlo. Fue la segunda de estas cartas la que desencadenó eso.
Leyendo las cartas me doy cuenta de que algo se perdió en el camino, siempre pasa, lo sé. Es sólo que a veces uno logra notarlo y me da algo de coraje no haber podido en este caso.
Había una cierta inocencia en nuestra amistad, en nuestras formas de escribir que con el correr de los años, se ha perdido. Bueno, se ha perdido en quienes me escribían... Yo me siento condenadamente igual y eso me hace sentir nostálgico. Quisiera volver a tener trece años, cuándo aún no despertaba en mi ese afán por demostrar mis sentimientos y acabar así con muchas cosas... Estoy seguro de que varios males se hubieran evitado. Tal vez maduré un poco de golpe y luego, al intentar alcanzarme, los remitentes de mis cartas se fueron más allá aún; a un lugar al que siento que no puedo seguirlos todavía.
Seguimos en contacto, Amador. Así como yo ahora te escribo después de tantos años, pero ya no es lo mismo. Ahora hay otras cosas en juego. Es algo que se siente en el aire que respiramos al estar juntos, cada vez que los veo.
No me molesta en lo más mínimo que hayan cambiado, al final todos lo hacemos. Hasta tú, que cambias con cada persona que abre el libro de tu padre y te conoce. Sólo que ese cambio ha contribuido a mi auto-aplicada (lo acepto) sensación de soledad. Sobretodo porque yo aún siento por esos remitentes [por todos, no excluyo, eh?] lo mismo que sentía hace 6 años, cuándo se volvieron parte de mi vida; son ellos los que siento que han cambiado en cierto modo su percepción de mí. Y es que, aunque hay algunos de los que lo sé a ciencia cierta (lo dicen de manera clara) hay otros de los que todavía no lo dilucidado ¿qué es lo que nos une?
No tienes idea, Amador, de lo que daría por recuperar ese tiempo en el que recibía cartas, esa época en la que éramos todos amigos y nada más.
Tal vez con esto esté aceptando que todo fue mi error, cómo muchas veces me han dicho, que no debí haber hecho muchas cosas. Tal vez esté intentando engañarme a mi mismo. Tal vez soy yo al final a quien le hace falta que le disparen ese dardo con Suero de la Verdad para poder decir de todo a todo lo que llevo años guardando...

Para poder decir: Estoy enamorado, puede parecer obsesión, tal vez lo sea. Pero si no podré saber lo que es tener a alguien siempre lamentaré no haberlo dicho al menos.
Para poder decir: Detesto que se alejen de mí, detesto tener que ser yo quien les busque.
Para poder decir: Sigo queriéndolos, a todos... a todas. Siempre están en mi mente y corazón.
Para poder decir: Lloro de alegría cada vez que recuerdo nuestras risas en la escuela, ojalá en coro, el spaguetti, el caos, shakira, la conejita de playboy, el cerro de Coatepec, la loma de casa de Ástrid (con acento porque así le gusta que le digan), los trabajos en casa de Citlalli, las canciones con Mauz y Kale, los chistes tontos de Sandra y los crueles de Héctor (Qué es más gracioso que un bebé muerto?), las tardes leyendo a Mafalda, las idas al teatro, al cine, las clases de Anabelle!!!
Para poder decir: Quiero estar contigo, por mucho que te sea incómodo oírlo, o leerlo.
Para poder decir que espero que puedan leer esto: todos aquellos que quieran entrar son bienvenidos, los que ya están son bien amados y los que se van bien remembrados.

Pero al final me surge una pregunta... ¿Quién va a dispararme el dardo?
¿Serás acaso tú, Amador, quien salga de sus propias páginas y tome la pistola, quien se sienta David Carradine o Bill y me apunte a la pierna? ¿Serás tú, Amador, quien corra a decirles todo lo que te confiese, mientras yo agonizo de verdad y no de muerte, botado y vacío de recuerdos? ¿Serás, Amador, quien me levante para poder sonreirles y abrazarles cuando vengan a verme, a comprobar si es cierto lo que les has dicho?
Por mi, Amador... ¿Harías eso por mí? ¿Sí?
Mil Gracias, amigo, mil GRACIAS.
(Nota: Yo avisé que era cursi, Amador, ahora no me critiques. Si, también holístico)

3 comentarios:

F.G. is my name dijo...

Hmm, pues sí, diría "todos hemos estado ahí" pero si el chise es ser honesto, creo que yo a veces (o muchas veces) intento atribuir a un cúmulo invisible caracteríasticas, conductas y otros etcéteras que solo me ocurren a mí, o que solo estoy consciente de que me ocurren a mí.

Bueno, de lo que sí estoy seguro es que no puedo decir que ya me he enamorado porque yo se que no, le tengo un poco de miedo y un poco de repudio, lo que si puedo empatizar contigo es que eso de que callarse verdades cuando se quieren decir es como tomar todos los dias un poquito de cianuro. Pero, que se le va a hacer? cobardía o no, nomás no sale, entonces si hay antídotos o purgas, no podría decir.

Anónimo dijo...

mmmmmmm que te puedo decir Aureliano... que en realidad, no se equivoco pablo en ponerte aquel apodo, o mas bien tu comparacion exacta con tu personalidad, eres simplemente... tu, las tres cucharaditas de miel, no tengo mas que decirte, solo que en una parte si se equivoca, uno nunca se ostiga de ti... aunque para serte sincera creo que tanta dulsura te puede llegar a afectar, estas tan abierto a los demas, que algunos podrian llegar a lastimarte, pero que seria del mundo sin un Aureliano, con conflictos sentimentales y existenciales???, saluditos jessi...

Amanda dijo...

A este bello, divertido y sincero je:P, escrito le tenía ganas desde hace mucho tiempo... ahora que por fin lo leí debo confesar que estoy contagiada de tus palabras sobre la verdad y me dan unas ganas de llamarle a... ya sabes quien ( cof, cof, ¿no que muy "machina" para decir la verdad ?) jajaja de llamar a mi exnovio y decirle lo desesperante que es ser la exnovia cuando yo lo sigo queriendoo debería decir, como dice tu escrito Aure,¿amando?, igual que cuando éramos novios... pero no me atrevo por lo mismo que tú: miedo, miedo al rechazo, porque creo que él no siente lo mismo que yo... y porque a veces también siento que no me dice la verdad según él para no lastimarme (o sea que supongo, que no me quiere, que no me quiere ¿herir ?, pero si me hiere más cuando no me dice la verdad!!), Rayos!!!, jajajaj pero bueno, sí el voy a decir lo que pienso a mi exnovio, aunque aún no sepa que quiero de él... (suena raro pero es cierto), bueno de todas formas, ya me psicoanalisé yo sola, con la ayuda de tu escrito, claro, mas no me iré sin agregar que aunque sea un enigma y un hábito raro el hablar con la sinceridad, siempre te quedas con la sensaión de alivio, cómo cuando terminas de evacuar jajaj, y eso vale más que estarse aguantando del baño, que diga de las ganas de decir te amo, o lo que sea. Y ya para despedirme espero que el suero de la verdad les dispare a los dos de una chingada buena vez jejeje:P

Lejanía

Lejanía
Tierras aún ausentes, siempre presentes