De mi existir quisiera yo curarte,
sacar ya de mi espalda tus puñales,
no sentir mis heridas naturales;
vacío en el olvido aventarte.
No quiero seguir sintiendo por ti amor,
mas eres curación de mis pesares.
Desearía devorarte en mi rencor,
pero sin ti, se congelan mis mares.
Mejor es de lejos el observarte,
acercarme sólo si necesario
volviérase ya para mí: mirarte.
Vuélvase así mi dolor secundario
y de mi alma así dejar ya fugarte;
y así jamás sufrir de nuevo a diario.
1 comentario:
Habla de una adicción, supongo que podemos volvernos adictos a una persona; a pesar de que sabemos que nos hace daño.. seguimos ahí, por qué?, somos masoquistas?
Algo nos atrae? lo buscamos aún sabiendo que no es tan bueno.
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